sábado, 24 de noviembre de 2007

2007-11-19 - La metaficción presente en Julio Cortázar

Se entiende por metaficción al uso de una doble ficción dentro de un texto literario; este estilo además presenta ciertas variantes donde se intercambian los papeles del escritor, narrador y personajes, entrelazando las historias y develando realidades ficcionales en cada una de sus intervenciones.

En el caso de Continuidad de los parques, el personaje principal se destaca a sí mismo a través de la lectura de una novela, la cual ha llenado su tiempo y de la que ha tenido que separarse por motivos laborales, pero que encuentra nuevamente una vez solventados estos asuntos. Desde una perspectiva superficial, éste hombre sentado en su sillón verde lee en su novela una historia similar a la suya, siendo la principal sorpresa del lector la semejanza que plantea Cortázar entre nuestro personaje de novela y este segundo personaje de novela aparecido dentro del texto. Esta metaficción o superposición de realidades se ve acompañada a su vez por un trasfondo más hondo, que simplemente refleja nuestra naturaleza humana, la necesidad de vernos reflejados en lo que nos rodea; la necesidad de encontrar una parte de nosotros dentro de los libros que leemos, las películas que vemos y la música que escuchamos, ya que si no tienen algo de nosotros, sencillamente no puede perturbarnos su existencia y pasan desapercibidas completamente.

Pero Cortázar tiene la característica de situarnos en ciclos infinitos con cierta regularidad, ya que éste no es el único de sus cuentos que nos hace girar entre personajes, tal es el caso de La noche boca arriba donde el personaje se ve envuelto en un sueño extraño, pero que no se sabe cuál es real, ya que ambos son contados con majestuosa dedicación. Un motociclista tiene un accidente evitando atropellar a una mujer y es llevado a un hospital donde es anestesiado para ser operado, de la anestesia inicia un sueño en el que es un indio corriendo por un pantano, escapando de la “guerra florida” pero es atrapado y llevado al teocali para ser sacrificado. El principal detalle de ambas historias, entrelazadas por los abrir y cerrar de ojos de nuestro personaje, se basa en la presencia de olores: “Como sueño era curioso porque estaba lleno de olores y él nunca soñaba olores” y “Lo que más lo torturaba era el olor, como si aun en la absoluta aceptación del sueño algo se revelara contra eso que no era habitual, que hasta entonces no había participado del juego” (tomadas de La noche boca arriba de Julio Cortázar). En este caso, la metaficción viene a través del sueño de nuestro personaje sin nombre, a quien además le resulta sumamente complicado descubrir la realidad de la ficción que lo atormenta.

Es sorprendente la capacidad de este autor de jugar con nuestra visión de la realidad, recordándonos que la ficción no está tan alejada de nuestro mundo y que a cada paso que damos, estamos más cerca de entrar en un círculo infinito con nuestra contraparte real.

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